¿QUÉ ES LA ESPERMATOGÉNESIS?
La espermatogénesis es el proceso de desarrollo y maduración de las células germinales dentro de los túbulos seminíferos, los cuales son pequeños conductos localizados dentro de cada testículo. Sabemos que las células germinales proliferan y se diferencian en espermatozoides dentro de la pared de estos túbulos y cada una de estas células se desarrolla en íntimo contacto con otras células del sistema reproductor masculino encargadas de su transporte hasta la eyaculación.
Además, existe un microambiente alrededor de los futuros espermatozoides que tiene como función suministrar las factores de nutrición para su metabolismo, síntesis de proteínas, factores hormonales y otras sustancias necesarias para su maduración y potencial capacidad para fecundar.
Como resultado de los acontecimientos hormonales que acompañan a la pubertad se origina una profunda proliferación celular a nivel testicular, lo que resulta en la producción aproximada de 100 millones de espermatozoides al día desde la pubertad hasta la tercera edad, lo que constituye un total de más de tres trillones de espermatozoides durante el periodo de la vida reproductiva.
Es imprescindible una adecuada regulación hormonal para que pueda darse la espermatogénesis de forma adecuada. La testosterona es la hormona androgénica más importante que secretan los testículos gracias a la acción primordial de otras hormonas fabricadas y segregadas en el hipotálamo y la hipófisis.
¿En qué etapas se divide la espermatogénesis?
La espermatogénesis incluye tres procesos: la fase proliferativa, la fase meiótica y la espermiogénsis. Durante estos tres procesos se lleva a cabo la múltiplicación de las células germinales, la reducción del número de cromosomas y la formación de una estructura capaz de generar energía para promover la movilidad y la protección del conjunto de material genético o cromosomas contra el daño de los agentes externos.
El desarrollo de los espermatozoides se origina con las células madre, las cuales antes del inicio de la pubertad mantienen la línea celular con múltiples divisiones y terminan dando lugar a otro tipo de células llamadas espermátides. A su vez, las espermátides se terminarán convirtiendo en espermatozoides a través de varios cambios conocidos como espermiogénesis.
Espermatogenésis y fertilidad
El camino que recorre el espermatozoide hasta el óvulo se divide en dos etapas, en la primera el recorrido está en el órgano sexual masculino y en la segunda en el órgano femenino hasta llegar al óvulo y fecundarlo.
El número de espermatozoides por eyaculación depende de la edad del varón, del momento, el grado de excitación sexual, el tamaño testicular y la frecuencia de eyaculación. Para considerar que el rango de eyaculación espermática es normal se tendrían que eyacular al menos 15 millones de espermatozoides por mililitro eyaculado. En general, en el momento del coito unos 250 millones de espermatozoides salen del epidídimo atravesando los conductos del testículo y la uretra, donde los espermatozoides se mezclan con fluidos para facilitar su entrada en la vagina. El espermatozoide preserva su actividad y capacidad fertilizante al menos 48 horas después de ser expulsado y hasta casi 72 horas cuando se encuentra dentro del tracto reproductor de la mujer.
La cola del espermatozoide es la que le proporciona movilidad; se trata de un movimiento rítmico, ondulatorio y automático. Cuando los espermatozoides entran en el aparato reproductor femenino sufren un proceso de capacitación por el cual su membrana cambia para poder interactuar con la capa externa del óvulo y poder dar lugar a la fecundación.
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Instituto de Fertilidad Mallorca
