No haber podido acceder a la maternidad de forma natural puede tener algunas ventajas para ti. ¿Qué te parecería saber de antemano que tu bebé quedará libre de ciertas enfermedades genéticas que se heredan? Seguro que es un aspecto de la reproducción asistida en el que no habías pensado. Y sí, es lo que se consigue gracias al Diagnóstico Genético Preimplantacional.
Es, desde luego, un procedimiento absolutamente legal y éticamente impecable. No tiene nada que ver con una manipulación genética ni nada similar. Es más parecido a lo que hace la propia Naturaleza mediante su ley de selección descrita por Darwin. Se da viabilidad a los embriones sanos, los que más posibilidades tienen de sobrevivir. ¡Miles de niños ya han nacido en estas condiciones! El tuyo podría ser el siguiente.
¿Qué es el Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP)?
El Diagnóstico Genético Preimplantacional – DGP es una técnica que permite detectar graves enfermedades genéticas y alteraciones cromosómicas en los embriones antes de que sean implantados en el útero. Se trata de realizar una biopsia a cada embrión, entre el día 3 y el 5 después de la fecundación. Tras conocer los resultados, se elige para implantar aquel que no presenta mutaciones genéticas.
Ya hemos señalado que el Diagnóstico Genético Preimplantacional está regulado en nuestra legislación, dentro de la normativa sobre Reproducción Humana Asistida. Pero, por supuesto, la última palabra siempre está en manos de los futuros padres que son los que deciden si quieren que se practique esta técnica a sus embriones.
¿Para quiénes está indicado el Diagnóstico Genético Preimplantacional?
Aunque cuando surge el DGP es en la década de los 90, se aplicaba al análisis de patologías ligadas al cromosoma X, actualmente la técnica se ha perfeccionado y permite detectar un amplio espectro de enfermedades. Es verdad que no hay riesgo cero, pero su exactitud es muy elevada.
Entre las alteraciones que se detectan con un Diagnóstico Genético Preimplantacional se encuentran la distrofia muscular, la fibrosis quística, la hemofilia, la enfermedad de Huntington, la anemia falciforme o el síndrome de Down, el de Patau y el de Edwards. Todas ellas afecciones con severas consecuencias.
Resumiendo, es una prueba indicada para:
- Parejas con un historial de fallos continuados en la implantación dentro de un tratamiento de FIV.
- Mujeres con abortos espontáneos recurrentes, más si en estos se han detectado cromosopatías.
- Hombres que presentan alteraciones en la meiosis de sus espermatozoides.
- Parejas en las que uno o ambos miembros son portadores o tienen riesgo de transmitir enfermedades genéticas.
- Mujeres mayores, sobre todo si son primerizas.
¿Cuáles son las ventajas del Diagnóstico Genético Preimplantacional?
Tener la posibilidad de analizar la carga genética de un embrión antes de insertarlo en el útero materno implica una serie de beneficios objetivos para una pareja. Entre las más evidentes e interesantes ventajas que ofrece un Diagnóstico Genético Preimplantacional destacan:
- Evitar la implantación de embriones que no tienen posibilidad de evolucionar. Hay alteraciones cromosómicas tan graves que son incompatibles con la vida y, por tanto, que llevan a embarazos fallidos siempre.
- No encarnizarse prolongando un tratamiento de fecundación in vitro. Nadie mejor que las mujeres que están inmersas en ellos sabe lo duro que es someterse a una implantación detrás de otra. Por no hablar de que las opciones son limitadas, llega un momento que no se puede seguir probando. Al disponer de un embrión sano y de calidad, las probabilidades de éxito se multiplican.
- Se abaratan los costes de una FIV porque se reducen los intentos de fecundación.
Pero, sin duda, la ventaja más destacable es que tu incertidumbre se reduce. El bienestar emocional de saber que tu hijo nacerá sin riesgo a padecer ciertas dolencias, junto a la garantía de que el embarazo tiene todas las probabilidades de llegar a término, son los mayores argumentos a favor del Diagnóstico Genético Preimplantacional.
¿Cómo se realiza el Diagnóstico Genético Preimplantacional?
El Diagnóstico Genético Preimplantacional se obtiene haciendo una biopsia del trofoblasto o de las blastómeras ya que ambos contienen toda la carga genética necesaria para un estudio certero. Esto es, se puede realizar el tercer día de la fecundación, cuando el embrión ya cuenta con unas 6-8 células, o el día quinto (estado de blastocisto).
La extracción de ese material genético no compromete el desarrollo y evolución del embrión. En el laboratorio se practican distintos tipos de técnicas de análisis cromosómico, dependiendo de la alteración que se quiere detectar. Las más frecuentes son:
- FISH, para detectar anomalías numéricas (síndrome Down) y estructurales
- PCR, para mutaciones genéticas en el DNA que implican enfermedades monogénicas
- Arrays de CGH, a diferencia de las dos anteriores, que se hacen el día 3, esta biopsia se realiza el día 5. Analiza los 24 cromosomas por lo que es la más precisa. De hecho, se relaciona con índices de gestación exitosa mayores.
Una vez hecho el estudio, se descartan los embriones con problemas y se procede a la congelación o transferencia de los embriones sanos.
El universo de la reproducción asistida es una fuente de ilusión, esperanza y buenas noticias para parejas que realmente habéis tenido de luchar mucho para conseguir vuestro sueño. La tranquilidad que proporciona una prueba como el Diagnóstico Genético Preimplantacional es un valor añadido más. ¡Nada menos que el de garantizar en gran medida salud a tu bebé!