Todo avance que contribuya mejorar los resultados de una fecundación asistida es bienvenido. En este sentido, la vitrificación de embriones ocupa un lugar preferente. Un procedimiento cuya contribución en el éxito de las actuaciones reproductivas es indiscutible y, además, influyendo en distintos aspectos delicados que confluyen en un embarazo con éxito.
Las cifras hablan solas del importante papel de la vitrificación de embriones en la medicina reproductiva. Esta técnica reduce las tasas de embarazos múltiples, permite sacar el máximo partido de cada ciclo de estimulación ovárica y facilita mucho el acceso de las mujeres de más de 40 años estos tratamientos.
Pero, si hay un dato convincente que habla a favor de la vitrificación frente a otros sistemas de conservación de embriones es, sobre todo, porque aumenta la supervivencia en óptimas condiciones de estos. Este aspecto es determinante en el mayor índice de embarazos provenientes de una vitrificación de embriones.
Una de las dudas más frecuentes respecto a vitrificación es si cualquier embrión es válido para someterse a esta técnica. En este caso, como en casi todos, la medicina no puede dar un sí categórico. Es verdad que algunos embriones no tienen la calidad suficiente para ser vitrificados. Un detalle que se compensa con una selección exhaustiva que garantiza que sólo se utilizarán aquellos que tienen potencial de supervivencia y capacidad para ser implantados.
¿Qué es la Vitrificación de Embriones?
Estamos ante una técnica de conservación de embriones muy novedosa, tanto que no fue hasta 2013 cuando deja de ser considerada un tratamiento experimental para la prestigiosa Sociedad Americana de Medicina Reproductiva. Sin embargo, en tan poco tiempo se ha convertido en la prioritaria en la mayoría de los centros de referencia en reproducción asistida.
¿Por qué? La explicación es sencilla. Sus resultados hablan por ella. Sobre todo, en aquellos casos en los que las dificultades para que se produzca el embarazo son más complejas. Antes de que surgiese esta técnica, los embriones se congelaban lentamente intentando evitar la formación de capas de hielo en sus células. Las tasas de implantación de este sistema eran mucho menores que las obtenidas con los embriones frescos.
La vitrificación de embriones es otra opción de conservación. También se conoce como criopreservación de embriones. Con ella, lo que se consigue es acelerar ese proceso de congelación, con tasas de velocidad que rondan los 15.000º C por minuto frente a los 0,3º C por minuto de la convencional. Esta rapidez impide la formación de hielo. En su lugar, se forma un gel absolutamente inocuo, que no daña las células del embrión.
En lo que a ti y a tu deseo de quedarte embarazada respecta, toda esta explicación científica se resume en una idea. La vitrificación de embriones supone una tasa de implantación del 50%. Con la congelación tradicional, ese porcentaje se reducía a una de cada tres mujeres.
¿En qué pacientes se recomienda la Vitrificación de Embriones?
Cualquier pareja que esté inmersa en un procedimiento de Fecundación in Vitro es un candidato potencial a la vitrificación de embriones. Sólo tienes que pensar que optimizarás los resultados de la estimulación ovárica que forma parte del tratamiento.
Por tanto, la vitrificación de embriones está indicada siempre que te sometes a un tratamiento de reproducción asistida para aprovechar el excedente de embriones de calidad que se obtienen y que no se van a poder transferir en ese ciclo. Piensa que la tasa de supervivencia de esos embriones criopresevados se mueve entre el 95%-100%.
Pero, además es una opción especialmente recomendable en algunos casos:
- Mujeres con riesgo de sufrir Síndrome de Hiperestimulación Ovárica puesto que con la vitrificación de embriones no tienen que recibir el tratamiento de estimulación.
- Cuando el endometrio presenta anomalías o está dañado.
- Mujeres mayores de 38 años, edad en la que las tasas de éxito de implantación con embriones frescos se reducen.
- En parejas que necesitan un Diagnóstico Genético implantacional, para conservar en las mejores condiciones los embriones hasta que se reciban los resultados del test.
Fases de la Vitrificación de Embriones
Si hay una ventaja que vas a comprobar inmediatamente si te decides por un tratamiento de vitrificación de embriones es que el proceso de FIV se simplifica considerablemente. Te vas a ahorrar las inyecciones hormonales y gran parte de los controles ecográficos. El proceso se resume en:
- Preparación del endometrio. Dependiendo del caso, esta fase se limita a comprobar cuándo tu útero está en las mejores condiciones para recibir la transferencia embrionaria supervisando tu ciclo menstrual natural. O, en mujeres con dificultades se administra estrógeno durante unos 12 días en forma de pastillas o parches para facilitar el desarrollo del endometrio.
- Ecografía de control que se realiza en torno a los 10 días posteriores al primero de tu menstruación.
- Descongelación de los embriones. Un par de días antes del fijado para la transferencia, en el laboratorio se ocupan de la desvitrificación de los embriones, manteniéndolos en cultivo hasta ese momento.
- Transferencia embrionaria. Entre 3 y 5 días antes recibes una dosis de progesterona (por vía oral o vaginal). La técnica de implantación de los embriones vitrificados es la misma que la que se realiza con los frescos. Tampoco hay ninguna diferencia en las recomendaciones y cuidados posteriores.
La vitrificación de embriones es el futuro ya instalado en el presente. Para las mujeres y parejas que necesitáis de un apoyo de la medicina reproductiva, es un instrumento increíble que os permite optimizar recursos y esfuerzos, a la vez que os garantiza al menos las mismas posibilidades de éxito que con embriones frescos. ¡Un imprescindible entre los tratamientos de fertilidad!