Para realizar el diagnóstico de infertilidad os dejamos una descripción de las pruebas básicas que se realizan:
Un análisis hormonal
La analítica hormonal consiste en cuantificar las principales hormonas sexuales femeninas para comprobar que no existen problemas endocrinos que afecten al ciclo menstrual y que causen problemas para concebir:
- FSH: también denominada hormona folículo estimulante, es secretada por la hipófisis. Esta hormona estimula los ovarios para que se produzca la maduración de los folículos, estructuras en las que se encuentran los óvulos.
- Estradiol: es producido por las células que rodean al óvulo a medida que éste madura en el interior del folículo
- LH: también denominada hormona luteinizante o lutropina, es secretada por la hipófisis. Controla el ciclo menstrual junto con la FSH
y aumenta considerablemente a mitad del ciclo menstrual (pico de LH) para inducir la ovulación. - Progesterona: es producida por el resto del folículo que queda en el ovario después de la ovulación (cuerpo lúteo) para que el endometrio se prepare para permitir la implantación del embrión tras la fecundación del óvulo. Si ocurre la implantación esta hormona será segregada por la placenta para mantener el embarazo.
- Hormona antimulleriana (AMH): es producida por los folículos del ovario. Es proporcional a la cantidad de óvulos disponibles en el ovario, por lo que se utiliza para medir la reserva ovárica de la mujer.
El objetivo de medir estas hormonas es valorar la funcionalidad de los ovarios y la hipófisis de la mujer. Los análisis de FSH, estradiol, prolactina y LH se deben realizar entre los días 2, 3 o 4 del ciclo menstrual, es decir, entre el tercer y quinto día de menstruación. Se trata de un análisis basal de estas hormonas, es decir, en los primeros días del ciclo.
En cambio, la progesterona debe medirse entre los días 21 y 23 del ciclo para ver si ha habido ovulación. La hormona antimulleriana se suele medir en día 3-5, aunque puede medirse en cualquier momento del ciclo, ya que sus niveles no varían.
Puede solicitarse también una analítica basal de las hormonas TSH (hormona estimulante del tiroides), tiroxina libre (T4), triodotironina libre (T3), prolactina y testosterona total. No son hormonas sexuales, pero si sus niveles están fuera de lo normal pueden influir directamente en las hormonas que controlan el ciclo menstrual y en la ovulación. Por lo tanto, para medir los niveles de todas estas hormonas la mujer deberá hacerse dos extracciones de sangre: una al principio de su ciclo menstrual y otra hacia el final.
Asimismo, se realizan diversos test de detección de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y de infecciones bacterianas o víricas que pueda afectar a la fertilidad.
Pruebas Ginecológicas
Para valorar la anatomía uterina y el estado de los ovarios.
- Mediante una ecografía transvaginal se observan de forma clara el útero y los ovarios de la mujer. Esta prueba sirve para comprobar si existe alguna malformación uterina u otra complicación anatómica, así como para hacer un recuento de folículos antrales en los primeros días del ciclo.
- Para ello, el ginecólogo introduce una sonda, que se cubre con un preservativo y se inserta fácilmente en la vagina utilizando un gel lubricante. Esta sonda envía ondas sonoras que permiten visualizar en una pantalla la estructura del útero y los ovarios al rebotar contra estos órganos. La mujer puede notar una leve molestia por la presión de la sonda, pero la prueba es indolora.
- La mujer se debe realizar también una citología vaginal o Test de Papanicolau. El objetivo de esta prueba es analizar una pequeña cantidad de células del cuello del útero, obtenidas por un suave raspado, para ver si existe algún tipo de infección o alteración en las células que pueda influir en la fertilidad de la mujer.
Histerosalpingografía
Para ver si las trompas de Falopio son permeables. La histerosalpingografía o uterosalpingografía es una prueba diagnóstica que se utiliza para ver la estructura del útero y la estructura y funcionalidad de las trompas de Falopio mediante rayos X (radiografía) y un medio de contraste.
Es de gran importancia, ya que si las trompas no son permeables los espermatozoides no pueden pasar y por tanto no puede ocurrir la fecundación. Igualmente, si existe alguna anomalía en la estructura del útero o las trompas puede ser complicado lograr el embarazo.
Para poder realizar la histerosalpingografía, la mujer se coloca en una camilla en posición ginecológica y se introduce un catéter en el cérvix. Mediante este catéter, se introduce un contraste líquido radiopaco que circulará por el cuello del útero, el útero y las trompas. Finalmente, el contraste saldrá a la cavidad pélvica si no existe ninguna obstrucción.
Mediante este procedimiento se puede diagnosticar:
- Malformaciones uterinas estructurales
- Formaciones anormales en el útero como miomas, pólipos o adherencias
- Patologías que inflaman las trompas, como la salpingitis
- Patologías que obstruyen las trompas, como el hidrosalpinx.
Asimismo, la histerosalpingografía puede abrir las trompas de Falopio gracias al paso del contraste líquido. Por ello, hay mujeres que logran el embarazo natural después de realizar esta prueba.
Se pueden hacer otros estudios de fertilidad en función de las necesidades de cada caso, hay tanto tipos de pacientes como personas hay en el mundo.
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