Preservación de la fertilidad en mujeres

La preservación de la fertilidad en la mujer es un campo de la medicina que se está desarrollando muy rápidamente. Es un conjunto de técnicas que permiten que personas que deben o quieren retrasar su deseo de ser padres, tanto por motivos médicos como sociales (personales), puedan mantener su capacidad de tener hijos en el futuro mediante un tratamiento de reproducción asistida. Agrupa tanto a médicos como a otros profesionales de la salud de distintas especialidades y utiliza técnicas innovadoras e incluso a veces experimentales.

Su objetivo es dar alternativas para proteger la posibilidad de embarazo en una mujer cuando la fertilidad pueda comprometerse por el tratamiento de algunas enfermedades (generalmente cáncer), cuando una mujer decide retrasar la maternidad o en otras situaciones menos frecuentes.

La aparición y perfeccionamiento de nuevas técnicas de laboratorio como la vitrificación han hecho posible que se puedan preservar óvulos, semen, embriones sin provocarles prácticamente ningún deterioro. De esta forma hacemos posible que, pacientes que tienen que pasar por agresivos tratamientos para luchar contra el cáncer u otras enfermedades, mujeres que deben someterse a intervenciones quirúrgicas ginecológicas y otras que por diferentes motivos quieran retrasar su maternidad, puedan tener hijos en el futuro.

Además de las mujeres jóvenes diagnosticadas de cáncer que van a recibir quimioterapia o radioterapia estaría indicado en aquellas pacientes con enfermedades autoinmunes (como lupus, artritis reumatoide) que vayan a ser tratadas con citotóxicos, en mujeres jóvenes con endometriosis severa y en general en las pacientes que por la razón quesea (cuestiones laborales, búsqueda de una mayor estabilidad socioeconómica, mujeres sin pareja o con pareja pero sin deseo de embarazo en ese momento) desean posponer su maternidad.

Técnicas de preservación

Existen técnicas de médicas y quirúrgicas, pero los métodos de preservación más frecuentemente usados son:

Criopreservación de óvulos
Tras un tratamiento hormonal para que los ovarios produzcan un número adecuado de óvulos, éstos se extraen mediante una intervención ambulatoria que no dura más de 20 minutos (punción folicular). Acto seguido se criopreservan los ovocitos mediante la técnica de vitrificación. Los óvulos permanecen almacenados hasta que
sean requeridos por la paciente, siempre asnte del fin de la edad reproductiva de la mujer.

Criopreservación de embriones
En la criopreservación de embriones, además de obtener los óvulos de la paciente, se realiza una Fecundación in Vitro con semen de la pareja o de un donante. Estos embriones se criopreservan mediante vitrificación.

Criopreservación de tejido ovárico
Mediante cirugía laparoscópica se obtienen fragmentos de tejido ovárico. estos fragmentos se criopreservan y se utilizarán en el momento que la mujer lo necesite.

¿Cuándo preservar la fertilidad?

tras un diagnóstico de cáncer, con el consentimiento del médico oncólogo, y antes de realizar la terapia oncológica. La quimioterapia y radioterapia utilizas en el tratamiento del cáncer pueden destruir los folículos presentes en los ovarios, lo que acelera la disminución natural de la reserva ovárica. Por lo tanto, estos tratamientos pueden causar una menopausia temporal o incluso una menopausia prematura (fallo ovárico precoz).

De todos modos, no todos estos tratamientos tienen las mismas consecuencias sobre la fertilidad, ya que dependen de la edad y de la reserva ovárica en el momento de realizar el tratamiento, del tipo y dosis de quimioterapia utilizada y/o de la dosis y del lugar donde se aplica la radioterapia.

En casos de enfermedades o intervenciones quirúrgicas que puedan afectar a la fertilidad.

Ante un diagnóstico de baja reserva folicular.

Durante la vida, los folículos no se regeneran, sino que pierden en forma ininterrumpida desde el nacimiento. De esta forma el número de folículos va disminuyendo naturalmente a medida que la mujer envejece, con una caída brusca desde los 35 años hasta la menopausia, así a los 35 años nos queda el 10% de la reserva folicular con la que nacimos y a los 40 años únicamente el 3%.

La edad de la mujer se relaciona con su fertilidad, pero esto es en realidad reflejo del número de folículos remanentes en sus ovarios.

Por la Dra. Margalida Vicens, especialista en fertilidad en IFer.

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